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  • DONDE LA CIUDAD PIERDE SU NOMBRE

    GRANADA
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    GRANADA

Exposición colectiva sobre la ciudad en la que participaron diversos artistas y arquitectos cuyo objetivo era producir obras/instalaciones que permitieran reflexionar  sobre la metrópoli y aquellos lugares de permanente cambio en ella, lugares en los que la ciudad deja de reconocerse para volver a encontrarse.

-SIN TÍTULO-  (para la exposición Donde la ciudad pierde su nombre)

Diario de un hallazgo:

El barrio de San Matías en Granada es una de las zonas históricas más emblemáticas de la ciudad dedicada a la prostitución y al “intercambio”. Esta manera de entender un modo de vida, ha influido en su entramado urbano hasta el punto de que las relaciones entre vecinos trascienden la propiedad privada, negocian apropiaciones y permutas entre arquitecturas construyendo una ciudad superpuesta a la visible. La cercanía de las fachadas en las estrechas calles convierte las ventanas en lugares a través de los que se descubre la privacidad de las casas, y los patios interiores en espacios de luz en los que se vuelcan las intimidades. Todos comparten, ceden, negocian y desean algo que posee el vecino, y entre ellos las relaciones pueden llegar a construir infinidad de parentescos. 

Un día salí a pasear por el barrio buscando “DONDE LA CIUDAD PIERDE SU NOMBRE”. Me habían invitado a participar en una exposición con este título y recordé los lugares escondidos, innombrables y a la vez populares que había conocido a través de sus calles. Quise llevarme algo que pudiera contar su historia, la historia de un lugar que pierde su nombre a medida que nos adentramos en él. Entonces encontré una puerta de madera y cristal en un solar abandonado. La puerta era de una antigua casa derribada en este lugar días atrás y junto a ella había un señor de pie, observándola, como si a través de su cristal aún pudiera ver el paisaje desaparecido con la casa, las relaciones establecidas tiempo atrás, o los lugares prohibidos a los que asomarse…

Cogí la puerta y la llevé a la sala de exposiciones. Inventé un espacio construido por hilos de relaciones que tejían el objeto encontrado con la imagen de aquel señor, un espacio que se configuraba entre la puerta y la historia oculta del habitante, esa historia en la cuál la ciudad había perdido ya su nombre.

LAS CIUDADES Y LOS TRUEQUES. 4

“En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros, según indiquen las relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación. Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre medio, los habitantes se marchan: las casas se desmontan; quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos. Desde la cuesta de un monte, acampados con sus trastos, los prófugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y los palos que se levantan en la llanura. Y aquello es todavía la ciudad de Ersilia, y ellos no son nada. Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Tejen con los hilos una figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más regular que la otra. Después la abandonan y se trasladan aún más lejos con sus casas. Viajando por Ersilia encuentras las ruinas de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma.” (Las ciudades invisibles, Italo Calvino)

Galería de Arte Sandunga, Granada, 2001

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

III Edición 2010-2011
II Edición 2008-2009