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La utilizacion en laboratorio del material como computador de información genera nuevas posibilidades de apropiación espacial. Esto unido a las herramientas CNC de construcción nos da la posibilidad de repensar toda la producción de proyectos tal y como la concebimos los hijos de movimiento moderno.

Peter Sloterdic nos cuenta en su libro Burbujas la diferencia entre la espuma conseguida con líquido y jabón, débil y tenue, y esa otra fruto de la tecnología contemporánea aplicada al material, la espuma sólida, símbolo de la interacción dinámica entre características químicas y diseño industrial.

Esto plantea la definición de forma espacial a partir de conceptos como la proximidad o la tensión, frente a fronteras o geometrías.

El primer paso consiste en acercar las burbujas a la solidificación haciéndolas elásticas. Así aislamos las características de las mismas que queremos utilizar, fijando los parámetros de negociación con el material que deseamos. Con esto estamos programando el que llamamos “algoritmo material” a experimentar, conjunto de características de la unidad que definimos antes de ponerlas a interactuar entre ellas.

Manteniendo constante tanto el volumen capaz, definido por las normativas a aplicar, como el de cada burbuja, fruto de las distintas solicitudes de superficies a ocupar según el programa (en este caso residencial), conseguimos que independientemente de la posición y sus interacciones cada estancia cumpla con las estrictas superficies del programa de protección oficial.

Una vez colocados los distintos tipos de burbuja, según respondan a un dormitorio, baño, salón, etc. por tongadas que emulan la estructura en coronas alrededor de patios de la tipología residencial que estamos tratando, se somete el conjunto a presión, por medio de la confinación en el volumen capaz. Esto provoca que la tensión generada se distribuya por todo el sistema, generando la buscada interacción entre estancia-estancia y estancia-patio.

La extracción del resultado del estado de tensión obtenido se realiza por medio de la inyección de un material reactivo, que solidifica los intersticios entre burbujas y permite estudiar la estructura resultante una vez eliminadas las burbujas.

Tras la extracción de este modelo analógico, traducimos esta información al ordenador a través de herramientas digitales basadas en geometrías topológicas, permitiendo así la traducción de dichas formas a programas informáticos más afines a la disciplina arquitectónica.

Aunque proveniente de la investigación sobre tesalaciones, concretamente los conocidos como polígonos de Thiessen o de Voronoi, estas experiencias no se basan en la matemática y la geometría, al menos no directamente. Nuestras indagaciones buscan utilizar el material como gestor de información, convirtiendo esta serie de modelos analógicos y digitas en verdaderos algoritmos programados para la interacción. El resultado formal es fruto de la combinación de conocimiento en las estructuras proyectuales arquitectónicas del equipo técnico y el comportamiento natural de los distintos materiales testados.

Como resultado obtenemos organizaciones programáticas altamente eficientes (conseguimos 26 viviendas con amplias zonas comunes en planta baja) y un comportamiento estructural del material mucho más natural, y por lo tanto más efectivo, que los actualmente utilizados.

Conseguir llevar estas virtudes a la realidad constructiva es el siguiente paso en la investigación. Actualmente investigamos con maquinaria CNC (controlada numéricamente por ordenador) que nos permitiera generar encofrados multi-configurables de bajo coste y traducciones bidimensionales de la estructura tridimensional.

El edificio residencial se comporta como un bloque compacto, que encierra multitud de oquedades y posibilidades de ocupación por parte de la comunidad de vecinos. La condición monolítica del conjunto permite incluso modificar su morfología para posibilitar la entrada al aparcamiento, o zonas de contacto con paisajes o soleamientos interesantes.

La tipología residencial que surge de esta experiencia no responde a modelos habitacionales habituales, mucho menos normativos. Las viviendas literalmente se ocupan, siendo el usuario, con los efectos mobiliarios que trae consigo, el que termina de definir el uso de las estancias. La apuesta es clara por la convivencia, generando simplemente zonas más o menos resguardadas de los flujos de personas, en lugar de recintos privados de hiper-intimidad.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

III Edición 2010-2011
II Edición 2008-2009