Nuestra propuesta para el Pabellón del Ayuntamiento de Madrid es una sopa de letras que guardamos en un cajón. Al exterior de color blanco. El color del papel. Y con el propio papel hacemos algunos de sus muros: con papel de periódico o reciclado que esconden en ellos impresos cientos, miles de letras.

El espacio principal es de color negro. El color de la tinta. En el que insertamos una nube que dará luz a todo el pabellón. Flotando en el espacio creado. Va desvelando letras, que escapan por los accesos y salpican sus fachadas. Y como en el propio juego, podremos encontrar las palabras ocultas.

El pabellón responde a las necesidades del programa y se construye con materiales baratos. Delante y tras él, dos planos definen las actividades al exterior e invitan a entrar a lo que esconde: la nube. Una nube que quiere representar todas y cada una de las cosas que las palabras, y por tanto los libros que las guardan, expresan y contienen. Los sueños, la fantasía, el amor y la tristeza que descubrimos en la lectura.

Y esa misma capacidad de sorpresa, esa capacidad de emoción, que un libro nos provoca al recorrer de principio a fin sus letras, es la que quisiéramos nosotros conseguir en este sencillo y mágico pabellón.