El Centro de Barrio Can Rectoret será un nuevo equipamiento que debe suplir los servicios que el vecindario necesita. Como tal consideramos que debe tener un carácter marcado, un edificio público singular que sus usuarios identifiquen y con el que se sientan identificados.

Las cubiertas del edificio buscan la mejor forma de conseguir una iluminación natural. Estos lucernarios permiten iluminar uniformemente todas las estancias durante las horas del día en el que el centro esté abierto. Además dotan a los espacios de mayor altura y una mejor calidad espacial para el mejor desarrollo de las actividades que se realicen en ellos.

El edificio se sitúa en la parcela buscando minimizar el impacto de la construcción sobre el terreno y conservando la totalidad de la vegetación autóctona. Se busca una orientación favorable para maximizar las condiciones de luz natural y ventilaciones cruzadas. Las vistas y orientaciones determinan la disposición del programa en planta. Dotamos al espacio común central con vistas panorámicas directas al Parc de Collserola y a las zonas del Centro de Barrio y de la Asociación de Vecinos, vistas más tranquilas y privadas acorde con el programa que albergan.

El edificio y su urbanización mantienen unificada y amplían las zonas verdes existentes en la parcela. Mediante especies autóctonas mediterráneas, de fácil arraigo y poco mantenimiento que consolidan un entorno natural muy agradable. El parking se plantea como un parking verde o semivegetal con pavimentos que incluyen zonas verdes para integrarse con el lugar.

Los accesos peatonal y de vehículos se segregan para evitar circulaciones confusas y peligrosas. El proyecto propuesto puede aprovechar los accesos y vallas actuales en caso necesario, o reforzar la seguridad con una nueva valla.

El edificio se concibe como un recinto con pabellones que albergan las actividades del Centro de Barrio. Cada pabellón es independiente en sí, pero todos se relacionan a través de un espacio común polivalente que puede ampliar las funcionalidades de cada actividad. Cada pabellón posee su propia cubierta-lucernario independiente, recogiendo la luz que mejor le conviene a cada actividad del programa. A nivel funcional los pabellones adaptan sus dimensiones, distribución y mobiliario al programa que se desarrolla en ellos y se relacionan con los demás mediante el espacio común o espacio “comodín”. Este espacio, además de ser un vestíbulo distribuidor, puede albergar la extensión de las actividades del programa: un mayor taller, una sala polivalente de mayor tamaño, una zona nueva de exposiciones, etc. permitiendo a su vez accesos diferenciados a todas las estancias.

Coherencia y Factibilidad Constructiva

Las premisas de la construcción es que sea un edificio Sólido, Seguro y Sostenible. Los pabellones que conforman el edificio a nivel funcional también lo hacen a nivel constructivo y estructural. Los pabellones son cajas de hormigón armado visto que actúan como cerramiento y estructura al mismo tiempo. El hormigón armado encofrado con tablillas de madera es un acabado estético y a la vez una sencilla y efectiva solución contra el vandalismo. Dará al edificio un aspecto exterior elegante y a la vez será muy resistente y duradera –la textura de la madera con la resistencia de la piedra-. El hormigón visto se dotará con un tratamiento anti-grafiti obteniendo una gran resistencia a actos vandálicos (no presenta problemas de rotura de placas u otros elementos colgados, fácil de limpiar y mantener, resiste cualquier golpe).

Cada pabellón y su cubierta son una unidad estructural realizada en hormigón. En la cubierta las losas inclinadas sirven de sustrato resistente las impermeabilizaciones y a los paneles sándwich con aislante acabados en zinc. Tanto las fachadas como la cubierta están trasdosadas interiormente con aislante y estructura de pladur, creando una envolvente interior continua sin puentes térmicos y permitiendo el libre paso de las instalaciones. Esta misma configuración se utiliza en nuevas construcciones de lugares con climas extremos como Suiza y Alemania con óptimos resultados.

La iluminación cenital mediante lucernarios permite reducir la superficie vidriada de las fachadas, evitando puntos débiles frente a actos vandálicos y mejorando el comportamiento térmico del edificio. Todas las aberturas están retranqueadas de la fachada y presentan vidrios dobles de seguridad para una mayor protección a los impactos, manteniendo íntegras sus funciones de iluminación y ventilación.

La eficiencia de la construcción en aspectos de tiempo/coste/calidad y mantenimiento es máxima. La sencillez y claridad del edificio reducen considerablemente las unidades de obra y por tanto los gremios implicados en la obra y el tiempo de construcción. Sólo con la construcción de estructura de muros de hormigón y sus losas de cubierta se resuelve gran parte del edificio.

Las estrategias sostenibles utilizadas en el edificio son:

- Energía Fotovoltaica.- Paneles en cubierta que producen electricidad limpia de la energía solar.
- Aislamiento Térmico.- Su continuidad mantiene el edificio fresco en verano y caliente en invierno.
- Protección Solar.- La protección de las ventanas evita el sobrecalentamiento del edificio en verano.
- Energía Solar Térmica.- Captadores en cubierta aprovechan la energía solar para calentar agua.
- Gestión del Agua.- El aprovechamiento del agua de lluvia y de los lavabos ayuda a ahorrar agua.
- Ventilación.- Ventilación cruzada de todos los espacios para conseguir un buen ambiente interior.
- Iluminación.- La optimización de la luz natural mediante los lucernarios reduce el consumo eléctrico.
- Climatización.- Máquinas de alta eficiencia producen el calor y el frío necesarios con poca energía.