La transformación del ámbito de la Casa Don Lope en el nuevo Museo Municipal de Miranda de Ebro debe ir más allá de una simple propuesta de rehabilitación, o del proyecto de una serie de edificios anexos destinados a alojar elementos expositivos.
Esta propuesta debería ser una oportunidad de convertir el Museo Municipal de Miranda (MMM) en el nuevo emblema de la identidad mirandesa, así como en un elemento catalizador de la regeneración y puesta en valor del casco antiguo de Miranda-.
PUENTE
Del mismo modo que, a lo largo de la historia de Miranda, diversos puentes han ido cruzando el río Ebro, conectando el casco antiguo con las sucesivas ampliaciones de la ciudad (convirtiéndose en el símbolo de la evolución de la ciudad), proponemos ampliar el conjunto de la Casa Don Lope con una nueva edificación, y conectar ambos elementos mediante una pieza-puente. Un elemento de transición entre lo antiguo y lo nuevo, que resuena a pequeña escala con la historia moderna de Miranda.
PLAZA
El acceso al museo para el público visitante se configura como una plaza abierta a la ciudad, incorporando los solares adyacentes, actualmente en desuso, y garantizando unas condiciones idóneas de accesibilidad.
PIEL
La piel-envolvente está formada por múltiples piezas hexagonales, de diferentes tonalidades y niveles de opacidad, que constituyen un gran mosaico de colores que adquiere diversos matices en función de la zona del edificio que cubra en cada momento, buscando continuidad con el manto verde que desciende desde el monte y el jardín botánico.
Se convierte así en una seña de identidad de la ciudad: una envolvente que resalta los colores más vivos y optimistas de Miranda.
De noche, y aprovechando el impacto de la posición del nuevo edificio frente al río, un sistema de LEDs situados en la fachada se encienden y apagan de forma coordinada, mostrando mensajes a los viandantes, o generando patrones formales que disuelven los contornos de lo construido.