Nos situamos en el barrio de San Lorenzo, a las afueras de Las Palmas de Gran Canaria, un entorno caracterizado por el abandono de terrenos agrícolas abancalados y por una cantera de extracción de árido y piedra basáltica. El entorno donde se ubica el Centro Cívico se encuentra enmarcado por este paisaje.

El proyecto plantea recurrir a la idea del bloque de basalto como generatriz de su forma arquitectónica,  cerrada en sí misma, al mismo tiempo que recuperar la idea de los patios de las casas agrícolas de la zona para, por medio de ellos, introducir naturaleza en su interior.

Con un programa inicial, sencillo y práctico, se proyecta el edificio en una sola planta, utilizando de forma sencilla el espacio patio como extensión del exterior en su interior. Introducimos en su interior el cielo, la luz, el aire e igualmente también la naturaleza cultivada y trabajada durante años. Incorporamos a su espacio el árbol de acebuche, el llamado olivo canario, especie protegida muy característica de esta zona. En su exterior especies endémicas del entorno se replantan para recuperar el paisaje perdido. En su acceso, el juego de cinco cubos de hormigón induce a su disfrute convirtiendo el Patio de acceso en espacio urbano.