Se requiere un edificio iconográfico que represente al mundo de los cetáceos y publicitara de forma pasiva su actividad, además de servir como espacio de recepción, de apoyo a las actividades de avistamiento y que conllevara un bajo coste de ejecución y mantenimiento.

Ante la compleja situación del proyecto y sus reducidas dimensiones surge la idea unir el concepto de sostenibilidad al de durabilidad.

Se propone un edificio que, a las exigencias de bajo coste de ejecución y mantenimiento, une la versatilidad de espacios polivalentes fácilmente adaptables a las nuevas tecnologías y distintos proyectos de musealización.

El concepto de envolvente como piel perforada que se pliega sobre sí misma y las diferentes texturas proporcionan el carácter iconográfico requerido y hace partícipe al espectador desde el exterior.

El edificio cede a la ciudad parte del suelo, invitando al acceso. El espacio se deconstruye como lugar estático y se convierte en itinerario, creando un recorrido en espiral, reconocible en planta, alzado y sección. Espiral donde se difuminan exterior e interior, que prepara el entorno para la sorpresa, lo enmarca y genera espacios de recepción y observación.

El concepto de edificio itinerario que se alza para integrar el espacio público en planta bajahace que éste quede suspendido en su extremo oeste. Para ello, ha de reinventarse el proceso constructivo tradicional, con muros de hormigón armado, inclinados y traccionados que sustentan parte de los forjados.

Se utiliza el hormigón armado como elemento liviano, resistente y capaz de obtener texturas singulares. Una piel plegada y que se alza para integrarse en el espacio público, que dirige el itinerario sin imponerlo y que hace que la luz y el agua reinventen su textura.