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  • WOOD DE TRAVERS

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WOOD DE TRAVERS_Paisajes entretejidos

 [...]Durante la visita al lugar del proyecto, fuimos conscientes de que la idea de “transformar Dubied” conllevaba actuar siendo coherente con las lógicas de producción del propio paisaje de Couvet. Para ello decidimos enlazar procesos de producción natural con otros procesos de construcción cultural. Nada más llegar, decidimos fotografiar una y otra vez todo aquello que pudiera pertenecer a estos procesos; finalmente, tras cada fotografía surgía un proyecto posible. Con este modo de proceder, la cantera de piedra quedaba enlazada con los almacenes de piedra que descubrimos en el sitio, el asfalto relacionaba el interior de la tierra con las carreteras y las zonas boscosas se enlazaron irremediablemente con los montones de madera apilada en los almacenes.

Decidimos que éstos serían nuestros materiales de construcción, no sólo la madera, la piedra y el asfalto, sino las estrategias de apilamiento y los lazos que unen los lugares con el territorio [...].

La aldea de Couvet, situada en el corazón de Vals-de-travers, guarda en su interior un mecanismo para construir su futuro.

Los ritmos de un patrimonio en evolución

 

La Compañía “Dubied”, dedicada desde 1867 a la fabricación de máquinas de tejer, había marcado el ritmo de desarrollo de Couvet durante siglo y medio hasta el día de su cierre. Aquel mismo día del año 1988, la parada de la última máquina se llevó el sonido que había organizado la vida entera de más de 2.000 trabajadores. Años más tarde, ese sonido rítmico del progreso parece continuar no sólo en la memoria de sus habitantes, parece resonar también en los sueños de futuro de la nueva ciudad.

 

La tradición relojera de Vals-de-travers ha sobrevivido a lo largo de los siglos y ha sabido adaptarse a los tiempos, proyectando esa tradición hacia nuevos productos: micromenánica, microtecnologías, productos farmacéuticos…, la actitud sigue siendo la misma que llevó a su fundación. Si algo define a esta región es su capacidad de actuar como paisaje de producción e intercambio a muchos niveles: los recursos naturales son extraídos y procesados para el provecho de la población, agua, piedra, madera y asfalto se convierten así en elementos que construyen tanto el paisaje natural como la propia arquitectura de la ciudad. Pero estos mismos recursos también son objeto de transporte en la región, construyéndose una red de intercambios de materia capaz de establecer lazos que trascienden las fronteras. Lo mismo sucede con el conocimiento; los recursos humanos son el fundamento de una historia de intercambio transfronterizo de ideas que han construido una cultura del trabajo organizado, una cultura emprendedora ligada a los ritmos de sus relojes, sus máquinas de coser... El silencio dejado por la última pieza de la cadena de montaje parece haber desencadenado otro tipo de procesos, quizás aún más silenciosos.

 

Son los procesos de producción y las relaciones que éstos establecen los que construyen el paisaje, tangible e intangible, físico y mental. Pero este paisaje de relaciones de producción e intercambio se encuentra en permanente cambio y adaptación. Ése es el verdadero patrimonio de Vals-de-Travers; un concepto relacional y procesual que se adapta y se transforma. Couvet, por ejemplo, no sólo fue consecuencia directa de  la fábrica de “Dubied” sino que sus formas de crecimiento gradual se encontraban claramente entrelazadas; a medida que la fábrica se iba expandiendo a lo largo de la margen derecha del río Areuse, la ciudad crecía, extendiéndose por la ladera.

Hoy en día, varias empresas se han insertado en la zona industrial Léchère, al este del conjunto. El relojero Cartier está construyendo allí una fábrica que dará empleo a cientos de personas y nuevas estaciones de tren están en proyecto. La historia parece continuar y los ritmos de la contemporaneidad parecen establecer resonancias con el pasado; el crecimiento vuelve a originarse en la zona industrial, es decir, este lugar vuelve a ser el epicentro de la transformación que originará la nueva Couvet.

Si el futuro parece haber colonizado la zona este, hoy nos preguntamos: ¿qué futuro puede aguardar la parcela de la antigua Dubied? Actividades relacionadas con la Léchère, artesanos de alta gama, subcontratistas, talleres de artistas, empresas… una diversidad de actividades empresariales y culturales pueden ayudar a consolidar un territorio que hoy debe ser renovado. Naves industriales, talleres, almacenes, locales técnicos y administrativos que a lo largo del tiempo han sido ampliados, abandonados o demolidos constituyen el laberinto en el que se inscribe el proyecto. Nosotros entendemos que estos fragmentos de arquitectura e infraestructura pueden ser interpretados como un patrimonio en transformación que precisa un hilo conductor para su evolución.  Se trata de un patrimonio que trasciende a la tradicional clasificación que distingue entre edificios a conservar y a demoler, un patrimonio  en el que los fragmentos tienen la misma importancia que  las relaciones de producción. En este paisaje de intercambio, pensamos que es necesario un argumento que permita tejer los fragmentos de un pasado interrumpido dramáticamente y un futuro en emergencia. Éste es el tejido con el que construir  la “Dubied contemporánea”.

 

Paisajes entretejidos

Durante la visita al lugar del proyecto, fuimos conscientes de que la idea de “transformar Dubied” conllevaba actuar siendo coherente con las lógicas de producción del propio paisaje de Couvet. Para ello decidimos enlazar procesos de producción natural con otros procesos de construcción cultural. Nada más llegar, decidimos fotografiar una y otra vez todo aquello que pudiera pertenecer a estos procesos; finalmente, tras cada fotografía surgía un proyecto posible. Con este modo de proceder, la cantera de piedra quedaba enlazada con los almacenes de piedra que descubrimos en el sitio, el asfalto relacionaba el interior de la tierra con las carreteras y las zonas boscosas se enlazaron irremediablemente con los montones de madera apilada en los almacenes.

Decidimos que éstos serían nuestros materiales de construcción, no sólo la madera, la piedra y el asfalto, sino las estrategias de apilamiento y los lazos que unen los lugares con el territorio.

De esta forma, el “laberinto de naves” industriales se ofrece como un paisaje a transformar según lógicas de reutilización y demolición selectiva. Estas lógicas implican el reciclaje de materiales pero, sobre todo, de las estrategias de apilamiento de la madera y la piedra de la cultura local, así como el vertido del asfalto,  indicándonos cómo actuar en cada sitio. Ahondando aún más en esta idea, proponemos la posibilidad de generar un sistema constructivo contemporáneo y genuino de la región, un sistema que pueda producirse en colaboración entre arquitectos y talleres artesanales avanzados, artistas  y empresarios, algunos de ellos insertados en la nueva área de empresas emprendedoras. Las lógicas constructivas del apilamiento se ofrecen como un recurso intelectual intuitivo que vincula tradición y arquitectura contemporánea; un modo de construir el futuro de la región a partir de la innovación constructiva. La arquitectura de “la nueva Dubied” quedaría así entrelazada con el bosque y la montaña, con la sierra de talado y con la cantera, con los almacenes de madera y de piedra. Se trata de la misma red que produciría intercambios entre distintas profesiones pero, además,  enlazaría productores y consumidores, trabajadores y visitantes.

 

El material como hilo conductor

La nueva arquitectura de madera se inserta cuidadosamente, “redibujando” los límites del conjunto edificado. Se trata de una arquitectura de borde que va enlazando fragmentos y va estableciendo relaciones distintas en función de lo que se encuentra; a veces se enrolla sobre sí misma para albergar un espacio público, a veces se adosa a los bordes comerciales, otras veces se convierte en pérgola…. El objetivo primordial es producir conexiones, espacios de intercambio y de comunicación.

La piedra suele utilizarse en pavimentos o en  infraestructuras y elementos de servicio. El asfalto se relaciona con la infraestructura ferroviaria y el paseo del sur.

La lógica material sirve, de este modo, para resolver las distintas partes, ofreciendo y dotándole de una cierta continuidad conceptual.

 

El futuro de toda la zona debe ser planeado al tiempo que ha de buscarse el perfecto equilibrio entre la preservación de los valores del patrimonio y la modernidad, con el fin de infundir una nueva vida en la aldea de Couvet. A pesar del sufrimiento causado por el cierre de “Dubied” la gente del lugar consideran la compañía y su emplazamiento como parte de su legado. Su apertura natural, su capacidad de pensar de forma diferente, es una oportunidad para la región y para el sitio. No temen el cambio. Las nuevas ideas pueden y deben agitar los viejos hábitos y convertirse en nuevas fuentes para la riqueza local.


 
  • Información
  • Autoría

    Clasificación / Tipología

    Concurs

    Ubicación

    COUVET | SUÏSSA

    Otra información

    Fecha Inicio: Mayo 2013
    Fecha Terminación: Julio 2013
    Superficie construída: 18750

  • Premios y distinciones
  • Segundo premio Europan XII Couvet, Suiza

WOOD DE TRAVERS

WOOD DE TRAVERS -VAL DE TRAVERS

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