Una pequeña intervención permite disfrutar de un espacio infrautilizado. Se propone a los propietarios de una nave agrícola reconvertida la realización de un umbráculo y la plantación de arbolado para dotar de uso a la parcela, anteriormente una era, asociada al uso agrícola. Así la creación de un espacio de sombra, en la fachada sur de la edificación, junto a los árboles alineados transforma el espacio.
El umbráculo se materializa en una chapa ondulada, haciendo referencia a la cubierta industrial asociada a las naves, perforada para ser atravesada por una luz difusa. Esta forma un plano continuo, suspendido por su parte superior. La estructura toma el color de la fachada de la edificación, mientras que el plano suspendido se pinta de verde subrayando su presencia.
Como pieza amabiliza el acceso a la nave y permite la realización de actividades en un espacio en sombra bajo el sol castellano. Simultáneamente genera un juego de sombras sobre el pavimento y la fachada. Una nueva forma de disfrutar de su propiedad al delimitarse una zona estancial desde la que observar el jardín.
El arbolado, con pocas especies escogidas, se ordena en retícula, colmatando el espacio disponible y esperando aislar próximamente el espacio estancial de un entorno poco agradable.