La Casa de Campo de Madrid es algo más que una reserva natural a corta distancia del centro de la ciudad, es además, un testimonio vivo y único del origen y de la concepción de la Villa.

Desde esta perspectiva nuestra propuesta nace como “inyección“ estratégica para tratar de activar las inmensas posibilidades culturales, paisajísticas y dotacionales que subyacen en este parque.
… la percepción panóptica y emotiva de una ciudad, París desde la torre Eifeld, Roma desde San Pietro, NY desde el Empire State, Barcelona desde el Parque Güell… Madrid desde La Casa de Campo.
Se propone crear a lo largo de toda la cuerda de las lomas de La Casa de Campo, una Ruta de los Miradores. Un recorrido que invite a la percepción en movimiento de la ciudad, y a detenerse en puntos singulares donde el paisaje de la cornisa de Madrid se haga singular e identificable. En estos vacíos activos se propone ubicar sencillos elementos perceptivos -balcones de Madrid- que inviten a mirar de otra manera la ciudad, que enmarquen épocas reflejas, que nos permitan reconstruir la ciudad de la memoria, al tiempo que sirvan de “testigos“ de los cambios de una ciudad viva, en constante transformación.

El itinerario discurrirá por los puntos más elevados de las lomas. En determinados lugares se ubicarán las estratégicas “piezas mirador de interpretación del paisaje”. Estas piezas, de hormigón coloreado, se integrarán fácilmente en el variopinto paisaje del parque, creando nuevos límites y aberturas entre el paisaje y la visión, conformando un nuevo lugar de referencia de la ciudad, un lugar al que ir.

El itinerario propuesto recorre el cerro Garabitas (vistas telescópicas a la Sierra), el cerro de Las Canteras (centro financiero -skyline de Madrid-), el cerro de Las Figuras (centro hístórico -Templo Debot, Plaza de España, Palacio-), el cerro del Cuartel de Torrecillas (Palacio Real, Almudena, San Francisco), y el cerro del Pinar de Siete Hermanas (cornisa sur).