Azar y necesidad. Actuar en Berlín significa tener presente la historia y el contexto del edificio a proyectar. Construir en Berlín comporta conocer su cultura y arquitectura. El orden alemán, su funcionalismo y la convivencia de estilos clásico y moderno han sido algunos de los puntos analizados. También los patrones de modulación y construcción.
Debido a las proporciones del solar, se intenta condicionar la percepción de su estrechez: fragmentación de espacios, utilización del reflejo, luz cenital, accesos corridos , entre otros.
Las fachadas plantean el uso del vidrio y el metal. Un muro cortina que huye de protagonismo. Desde el interior, máxima captación de luz y vistas; desde el exterior la reflexión resuelve la privacidad.
La planta baja se centra en dotar de cualidades urbanas al paso público que lleva al patio interior: dignificar la “trinchera”. La primera vivienda ocupa el primer piso, y está suspendida desde su techo salvando las rampas de acceso. Sigue un esquema lineal y gradual, es un apartamento sin recovecos. La segunda vivienda ocupa el segundo y tercer piso, y se sostiene con una estructura convencional de vigas entre medianeras. Distributivamente prioriza un reparto equitativo de las piezas.