La intervención responde al carácter de referente urbano de la propuesta respecto a todo el tejido residencial de nueva creación.

Buscamos que la edificación genere un espacio público con identidad, con fuerza visual, a parir del espacio que aparece entre las dos torres, más que por los recursos figurativos de los que se podría hacer uso. Singularizarlo introduciendo tensión en una †rama homogénea, dándole un carácter de centro articulador de la misma. Esta circunstancia viene también inducida por parte del espacio libre verde que unifica todo el tejido urbano, acentuándose en el espacio que rodea la parcela. Dada esta circunstancia, creemos que hay que significar el espacio público de la propuesta para que funcione en medio de una bolsa verde de estas características.

Se desarrollan dos bloques lineales, compactos, que liberan el 82% de superficie de parcela que posibilitan la continuidad visual en planta baja. Se colocan en el lado norte de la parcela para que el espacio público liberado tenga el máximo soleamiento, girando suavemente para permitir un desahogo espacial con las edificaciones vecinas y enfocar el mayor número de viviendas a la zona verde y a las potentes visuales que fugan en todas direcciones. Esta ordenación permite subir el máximo número de viviendas a partir de la planta 9, donde están las mejores vistas, por el lado norte la sierra y por el sur el mar. Los bloques se fraccionan reduciendo la sección del anillo en la planta 5 en uno de los bloques para acercarse a la escala próxima y amable de la plaza, y en la planta 10 en el otro bloque para entrar en relación con los volúmenes vecinos de 9 plantas. Las cubiertas tendrán un tratamiento ajardinado.

Se organizan con ocho viviendas por planta, cuatro en esquina y cuatro a una banda, buscando la máxima compactación con el mínimo de circulaciones verticales, organizándolas alrededor de un único núcleo por torre. Se intenta resolver con el mínimo número de tipos, que son principalmente el tipo en esquina y el tipo a una banda, con ligeras variaciones.

Para enmarcar el paisaje y controlar la iluminación inferior se utiliza la ventana longitudinal apaisada.

Se ha puesto en valor la terraza por la apropiación del paisaje, extensión del espacio del salón, protección en la relación con el exterior, y por estos motivos las cocinas se han relacionado también directamente con las terrazas.