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Desde el primer momento que vamos a encarar el proyecto, entendimos que era un proyecto que necesitaba intervenciones localizadas pero significativas. La actuación que proponemos es un tejido dónde se entrelazan la modernidad con la historia.

Organización Espacial

Por desarrollar el proyecto priorizamos las comunicaciones internas entre los diferentes ámbitos, su claridad espacial, funcionalidad y la accesibilidad.
La primera decisión fue la situación del acceso principal a través de la entrada de la calle Anuncivay, en vez de utilizar el actual acceso. Este hecho responde a  una problemática muy importante de accesibilidad que sufre el edificio actual haciendo que acceso por la calle de la Niña no sea el más adecuado para el uso como museístico.
La  remodelación de esta parte del edificio abre una nueva vía de comunicación física y visual entre la calle y el jardín, abriendo el edificio a la  ciudad. El jardín se trata como un espacio, una estancia interior más del edificio.

Decidimos utilizar las entradas secundarias para dotar el edificio de una entrada independiente a la planta sótano y a la cafetería/tienda respectivamente. De esta forma se genera un sistema de posibles subdivisiones funcionales del espacio para poder dar respuesta a futuros requerimientos (inauguraciones de exposiciones temporales, mayor flexibilidad de horarios,…)

El segundo punto que vamos a tratar fue la distribución interior de los espacios.
Planteamos un cambio sobre la distribución originaria que consiste en destinar el espacio de la planta bajocubierta a la exposición de los fondos documentales existente sobre la historia de Can N’Oliver siguiendo la idea de las buhardillas del edificio de La Pedrera de Gaudí y aprovechando sus grandes posibilidades como espacio expositivo alternativo.

Así mismo proponemos la  recuperación de la torre como mirador creando un posible recorrido museístico por el propio edificio como obra de arte en sí mismo y de sus espacios y entorno urbano.

Adecuación al entorno y elementos exteriores de identidad.

Para localizar visualmente el edificio desde dentro de la ciudad planteamos la utilización de la torre como elemento visual representativo, a  modo de  faro. Entendemos el faro como una forma alegórica de lo que puede significar este centro para la cultura Menorquina y Balear. De esta forma, la torre transformada en faro se observa desde los diferentes puntos de aproximación a la ciudad de Maó convirtiéndose en un hito urbanístico y cultural.

La utilización de elementos escultóricos en forma de letra formando el nombre en iniciales del centro sitos en los principales esos de aproximación al edificio. Utilizando el efecto de la curiosidad respecto a la aparición de estos elementos dentro la trama urbana, reclamamos la atención de los transeúntes sobre el edificio.

Intervención en el edificiio existente

La  intervención arquitectónica se basa en la rehabilitación de los espacios y de los elementos que los delimitan junto con la reconstrucción de los tres volúmenes existentes.

La  rehabilitación de la cubierta y su espacio inferior permite la recuperación de un espacio muy deteriorado para ser utilizado como sala de exposición aumentando su capacidad museística.

Accesibilidad

Continuando con la voluntad de transformar Ca N’Oliver en un punto de encuentro para la ciudadanía menorquina, el edificio está abierto a todo el mundo. Se ha planteado cada espacio, cada recorrido, cada elemento de forma que no se discrimine a ninguna persona por su condición física. Hemos de recordar que todos somos minusválidos en algún momento de nuestra vida.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

V Edición 2014-2015
IV Edición 2012-2013
III Edición 2010-2011