El lugar objeto del concurso, reclama una intervención optimista y alegre, capaz de dotar a la guardería de una poderosa condición representativa fácilmente identificable, tanto en la mente los niños y mayores, como en el plano de ciudad y el territorio. El perfil quebrado del edificio hace referencia a las tipologías clásicas y conocidas de cubiertas inclinadas de las casas del pueblo, así como a las montañas lejanas hacia las que se abre. Enclavado en el límite geográfico de Cazzago San Martino, el proyecto se materializa como un objeto arquitectónico a medio camino entre lo local y lo territorial. A esta doble condición de escala y referencias se une la búsqueda por la optimización de la orientación y la apertura de vistas hacia el paisaje. El objeto por tanto se expande y articula en busca de orientaciones soleadas para las aulas, crece hacia los límites de la parcela en busca de las montañas lejanas o se retuerce generando una acogedora zona de acceso a pequeña escala urbana.