En la adecuación de este palacio histórico a su nuevo uso se ha llevado a cabo una intervención de carácter arqueológico. Se busca con esta actitud causar el menor impacto posible al edificio y facilitar, en caso de creerse conveniente en el futuro, la reversibilidad de la actuación.
El Palacio Manzanedo fue edificado por Antonio Ruiz de Salces a finales del siglo XIX como residencia vacacional del Marqués de Manzanedo y Duque de Santoña.
Se trata de un edificio de planta sensiblemente cuadrada, provisto de un patio central alrededor del cual se disponen dos crujías concéntricas, la interior que resuelve las circulaciones en cada planta y la exterior en la que se sitúan las escaleras y las distintas estancias.
Su nuevo uso como Ayuntamiento precisaba solucionar los problemas de accesibilidad, la adecuación de los grandes espacios disponibles y la puesta al día de instalaciones: electricidad, voz/datos, iluminación, seguridad, …
En el patio se ha instalado una cubierta autoportante de acero y vidrio que recoge y conduce el agua de las cubiertas hasta un pequeño estanque, manteniendo además la ventilación natural del edificio. Un ascensor superpuesto a la fachada comunica la planta de calle con las superiores.
Las instalaciones se han dispuesto ordenadas y estructuradas por los pasillos, sótano y bajocubierta, permitiendo la máxima flexibilidad y adaptación a necesidades futuras.
La versatilidad de las instalaciones y los espacios diáfanos existentes facilitan a los usuarios la personalización y adaptación de cada estancia y de cada puesto de trabajo.