Memoria Descriptiva

> Implantación:

La intervención se desarrolla sobre parte del actual Mercado de la Candelaria. Se trata de una construcción modesta compuesta por cuerpos construidos que albergan los puestos separados por calles semi cubiertas que actualizan el concepto de zoco.

Las piezas construidas se ordenan en una estructura de pórticos planos que soportan las bóvedas de ladrillo que forman la cubierta. Éstas vuelan sobre el límite de los puestos cubriendo parcialmente las calles, que posteriormente se terminaron de cubrir con un lucernario de policarbonato.

> Configuración:

La propuesta parte del mantenimiento de la estructura constructiva y tipológica, alojando los usos principales en las zonas porticadas y empleando la calle central como eje de distribución del edificio.

El exterior penetra en el edificio descolgandose entre los vuelos de las bóvedas para permitir la ventilación e iluminación naturales por el plano vertical formado por los tímpanos, tanto del Salón de Actos como de la Zona de Técnicos y las zonas comunes.

> Flexibilidad:

El eje central vértebra el proyecto y alberga los usos comunes. El resto de usos se sitúan a ambos lados, agrupados según sus características. Los usos asistenciales ocupan el ala de poniente, donde se ubican los despachos y salas de técnicos y reuniones. Los usos más participativos (usos múltiples, taller de cocina, salón de actos y sala de informática) se agrupan en el ala este. De este modo, con sencillos paneles móviles podemos modular el espacio central para un uso simultáneo o alterno de cualquiera de los usos.

> Materialización:

Se conserva, el aspecto estanco del edificio, al mantener el frente norte con el único hueco de acceso y abrirse por los laterales (este y oeste) mediante una fachada de doble piel. En la interior se disponen los huecos y los elementos resistentes y aislantes de la fachada, mientras la exterior, compuesta por una malla metálica, tamiza la luz y protege de la insolación excesiva, garantizando a su vez la seguridad de la instalación.

Las bóvedas se componen de una doble hoja de ladrillo hueco simple impermeabilizada mediante imprimación oxiasfáltica en el exterior. Para garantizar su estabilidad y los niveles de aislamiento necesarios, se complementa con impermeabilización, aislamiento térmico y una losa de hormigón armado.

Para controlar el soleamiento en el espacio central, las cubiertas de los usos accesorios (aseos, almacén, archivo,…) se ajardinan con especias caducas (favoreciéndolo en invierno y minimizándolo en verano).

> Sostenibilidad:

La recuperación del espacio central nos permite garantizar la ventilación cruzada de la totalidad de las salas y favorecer así la reducción del uso de la climatización en verano.

La disponibilidad y la orientación de las cubiertas nos permite plantear una instalación de calefacción mediante suelo radiante con energía solar térmica.

La recogida del agua de lluvia evita el consumo de agua para riego.

La malla metálica que configura el la piel exterior y la vegetación en el espacio central tamizan la luz evitando el soleamiento excesivo.

La transformación de la cubierta actual en una cubierta invertida garantiza los niveles de aislamiento sin comprometer la espacialidad interior.

Los niveles de iluminación natural y el mantenimiento de los espacios abovedados nos permite obtener los niveles de iluminación general por reflexión sobre las mismas minimizando el número de luminarias. El empleo de lámparas LED nos permite reducir drásticamente los consumos.

La eficiencia del sistema de climatización mediante una unidad exterior de volumen de refrigerante variable (VRV) y unidades interiores independientes para cada uno de los espacios,  permite adaptar los consumos a los requerimientos de climatización de cada momento.