La intervención llevada a cabo pretende dar respuesta a un programa de despacho de pan, pastelería y cafetería en la villa marinera de Bueu en la península del Morrazo y perteneciente a la provincia de Pontevedra.
El ámbito de proyecto está ubicado en la planta baja de una antigua vivienda con solaina, incluida en el Catálogo complementario de Bienes Culturales sujetos a protección, y a su vez conectado con un volumen trasero a modo de nave a dos aguas abierto a un espacio de patio jardín. Una planta sótano funciona como apoyo al local comercial en lo relativo a almacenaje, vestuarios y oficina.
Los condicionantes de partida venían marcados por una normativa que obligaba a mantener los volúmenes existentes en la parte posterior de la parcela a la vez que exigía unas alturas mínimas dentro del local difícilmente asumibles por las preexistencias. La búsqueda de altura interior dio como respuesta un juego en dos niveles que ayudaba a estructurar la totalidad del programa.
La parte delantera del local en contacto con la calle se destina a despacho de panadería y pastelería y venta de prensa, mientras que en la parte posterior, en un nivel inferior, se ubica el espacio pensado para cafetería envolviendo y abriéndose con su configuración al patio jardín. Una rampa permite la interconexión y continuidad entre los citados ámbitos a la vez que da respuesta a una de las cuestiones iniciales perseguidas por el proyecto de entender el espacio como un todo.
La segunda línea de actuación pasaba por ordenar y concentrar lo privado para liberar y esponjar lo público.
La idea de proyecto pasó por aprovechar la profundidad del local. Se pensó en una línea de mobiliario desarrollado a lo largo del muro de sillería existente que permitía ordenar y concentrar el espacio servidor del proyecto, englobando la zona de despacho de pan y pastelería, cocina, barra de cafetería y aseos.
Un nuevo murete de piedra paralelo al existente, marca la línea sobre la que se van apoyando cada una de las zonas, que se abren o se cierran, se vuelven permeables u opacas según sea su relación con el espacio al que dan respuesta.
La marcada linealidad propuesta en el proyecto y la necesidad de liberar en lo posible el ámbito para lo público dan como resultado la aparición de permeabilidades en múltiples perspectivas que han ayudado a enriquecer el interior del espacio.
Para captar la luz, el proyecto se adaptó a los huecos existentes en la fachada a conservar y se abrió totalmente mediante un paño acristalado al espacio de patio jardín, encargado de inundar de luz el interior del local y generar profundidad espacial al conjunto.