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Año: 2005

Emplazamiento: Pinedo (Valencia)

Autor: Emilia Ruipérez Bastida / Raúl Latorre Luna

Fotografía: La Mirateca

Estado: Proyecto

 

Vivienda situada en Pinedo, pedanía al sur de Valencia. El enclave es estratégico ya que se ubica en el interior de una estructura agraria de arrozales entre la Albufera y el Mediterráneo. El entorno posee un campo de visión muy profundo donde permite la contemplación de ambos parajes naturales.

 

La casa para Manolo y Pepa cuenta con unas condiciones de programa particulares no admitiendo edificaciones ni vuelos sobre los límites de dicha parcela:

 

1. Necesitan un espacio propio para su trabajo (dos ‘sancta sanctorum’: uno para Manuel y otro para Pepa) de aproximadamente 10-15 m2 cada uno, admitiendo adaptar en el tiempo un dormitorio, o por el contrario, en un cuarto de invitados. Ambos deben tener ‘buena’ iluminación, ‘buena’ ventilación y ‘buenas’ vistas. Manolo es pintor y necesita un pequeño taller donde poder desarrollar su profesión y Pepa es profesora, requiere de un estudio y un amplio lugar para almacenar libros. Pepa prefiere las vistas hacia su jardín, mientras a Manuel le da igual ver su jardín, su huerta o el mar. Ambos espacios deben ser suficientes para albergar su mesa de trabajo, objetos de papelería y escritorio. Los dos espacios deben ser independientes y no afectar al resto de espacios de la casa, donde se realizará la vida en común privada (25 m2 entre baño y dormitorio) y la vida social (estar-comedor-cocina, no más de 100 m2).

 

2. Su ilusión es tener, dentro de la parcela edificable, un jardín suficiente y por ello creen que debe ser mayor de 30 m2, cerrado para resguardar sus momentos íntimos. Admiten que pueda abrirse y conectarse con su huerta cuando así lo deseen. En todo caso, bien a través del jardín, o en cualquier otro lugar, debe proyectarse una conexión física con la huerta que respete la servidumbre de paso del camino.

 

3. Manuel insiste en ducharse bañado, además de por el agua, por los rayos solares cerca del amanecer. El espacio de la ducha y un espacio cercano para secase, es el que debe bañar el sol. La ducha debe ser grande y con un diseño tal que no salpique, pues Pepa se ducha detrás de Manuel y siempre protesta porque se encuentra el baño mojado.

 

4. M&P no tienen preferencias entre la cubierta plana y la inclinada. Ahora bien, las cubiertas planas deben ser utilizables y, por lo tanto accesibles. Y las cubiertas inclinadas deben adaptarse a las pendientes tradicionales de la zona para cubiertas de teja (dejando a un lado las pendientes de las barracas: muy inclinadas por la escasa impermeabilización que supone el material del que estaban hechas: paja). Por lo tanto, las cubiertas inclinadas deberán ajustar su pendiente entre el 25 y el 45%.

 

5. M&P insisten en que el aseo de respeto de la planta baja debe limitarse a un ‘excusat’ o retrete cerrado y un lugar donde ducharse al aire libre para refrescarse en verano: complemento de la pequeña balsa que debe incluirse en el jardín. Ambos: retrete y ducha, deben situarse en el jardín, no dentro de la planta baja de la casa.

 

6. M&P no quieren imposiciones de la arquitectura que les obligue a vivir de una manera determinada por el arquitecto. Por el contrario, desean espacios capaces de albergar su propio modo de habitar, de albergar sus trastos, sus muebles, atendiendo a una ‘distribución estático-dinámica’, procurando la mayor flexibilidad en los espacios compartidos de relación social (estar-comedor).

 

7. M&P están preocupados por aspectos puramente domésticos: Además de las estanterías que necesitan para colocar sus 3.000 libros, necesitan armarios suficientes para su ropa y espacios para sus muchos trastos. Les preocupan las dobles alturas por las pérdidas de calor que comportan, pero sobre todo, cuando van acompañadas de cristales altos de difícil acceso para la limpieza. Igual preocupación manifiestan con respecto a los lucernarios y claraboyas tanto respecto a su limpieza como al control de la iluminación que procuran.

 

Estos siete puntos aclaran algunos aspectos de M&P convirtiendo estos ‘problemas’ en oportunidades que, mediante la interpretación personal, da como resultado una síntesis proyectual basada en la abstracción y la sencillez, una casa que pasa a rematar la hilera a la que pertenece sin estridencias y aprovechando racionalmente las tres orientaciones de que disfruta.

 

El proyecto resultante tiene como elemento estructurador la escalera. Ésta va subdividiendo los espacios, no sólo en altura, sino también en planta, obteniendo así, ausencia de particiones rígidas; el espacio fluye alrededor de ella.

 

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