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Año: 2008

Emplazamiento: Sollana (Valencia)

Autor: Emilia Ruipérez Bastida / Raúl Latorre Luna

Fotografía: La Mirateca

Estado: Proyecto

El proyecto que se desarrolla es un hotel y spa en un municipio de la provincia de Valencia, Sollana, y próximo al paisaje natural de la Albufera.

 

Uno de los argumentos fundamentales del proceso proyectual es la voluntad manifestada por el edificio en buscar en todo momento un diálogo con su entorno inmediato, límite entre huerta-edificación y por las personas que lo ocuparán. La altura contenida y su desarrollo en horizontal, las volumetrías nítidas y precisas y el tratamiento de las fachadas son mecanismos empleados en el proyecto para mantener y controlar la escala pública del conjunto. La descomposición del programa en diferentes cuerpos será un factor que facilite el control de escalas del conjunto.

 

Desde el primer momento, el proyecto pretende formar parte del lugar y ser partícipe de sus cualidades. Así pues, se asienta en el terreno permitiendo que el elemento verde penetre en toda su extensión; la localización  del mismo al este de la población de Sollana, es sin duda una de sus virtudes.

 

Sollana consta de una población de baja densidad por lo que se da una topografía horizontal dando lugar a secciones muy homogéneas y continuas. Por lo tanto, se decide optar por una arquitectura potente y rotunda, sin dejar de tener en cuenta que debe de ser de uno o más elementos que se abran al entorno. 

El  movimiento entre los 2 volúmenes principales y la forma de relacionarse entre sí busca siempre la transparencia espacial con un claro esquema interno de circulación. Estas 2 piezas se zonifican a partir de un eje principal en usos concretos: en la pastilla longitudinal sala multiusos y hotel, mientras que en el volumen contenedor, un patio dividirá los 2 usos más independientes, el spa a norte y el restaurante a sur volcando hacia el área exterior (piscina).

 

Se busca una imagen limpia, racional y de formas puras, además de tener que alegar por un lado a un carácter urbano y edificio privado. Para ello, se empleará el hormigón blanco visto in situ  y un revestimiento metálico , mientras que con la utilización de materiales en estado natural como el vidrio y la madera se responderá al entorno que le rodea.

 

Así pues, se intenta iniciar un proceso que reúna todas las bases de la arquitectura atendiendo principalmente a 3 conceptos fundamentales: accesibilidad, orientación y vistas.

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