Mediante esta pregunta y la imagen perteneciente al cuento “el principito” de Antoine de Saint-Exupery, en la que se ilustra una serpiente que ha engullido un elefante mostrando la forma final de un sombrero, conseguimos desprendernos de la necesidad expositiva del contenedor para así generar un espacio sugerente e imaginativo que acercase el mundo de la cerámica al público.

La tienda se iría vistiendo del estilo y universo cromático de cada usuario para, tras la partida, recuperar su entereza ambiental, conformado por cerámica Belvedere natural 30x60 / 5x60 de TODAGRES, en espera del siguiente cliente en descubrirla.

El inmueble en el que se sitúa la tienda está condicionado formalmente por el escalonado de la fachada. Utilizamos la pauta del escalonamiento dividiendo la planta en franjas perpendiculares a la fachada y ubicando las zonas de almacenamiento de paneles cerámicos en las franjas impares dejando las franjas pares como espacio expositivo.

La superficie cerámica estructura el espacio del showroom mediante su expansión en dos direcciones: la primera horizontal ensanchando el espacio a medida que se penetra gracias a la posición escalonada de los conjuntos de paneles correderos que permiten una visión global de la tienda; y la segunda vertical perforando el forjado mediante una sucesión de planos de inodoros suspendidos que ascienden hasta la planta superior y comunican expositivamente los 2 niveles del showroom.

La absorción del local anexo en planta baja al showroom originario se realiza a través de una plataforma intermedia que supera la rampa del parking inferior y eleva al visitante hasta la cota del espacio anexo (1 metro por encima del de acceso), también es soporte de la escalera de acceso a la planta superior.

Exteriormente, con el doble objetivo de impedir el deslumbramiento en los escaparates del sol del oeste y servir de soporte publicitario del showroom, se han proyectado una sucesión de cubos huecos de aluminio microperforado completando la geometría escalonada de la fachada.