Al hablar, proyectar o imaginar un spa & wellness, nos sometemos a un imaginario de bienestar, cuidados, sensaciones, salud y belleza: un placer para los sentidos. Lo que el proyecto busca, es esta esencia imaginaria para recrearla, materializarla, darle forma, color y textura, sin olvidarnos en el contexto del conjunto del hotel y sobretodo recordando el entorno privilegiado donde se ubica el proyecto.

La nueva volumetría, se presenta como un cuerpo de cristal, soportado por 22 pórticos de hormigón blanco, separados entrejes de un metro, el volúmen se ve interrumpido por un cambio de plano, permitiendo así la creación de un gran lucernário para iluminar la piscina inferior. Los pòrticos de hormigón apoyan sobre una jácena continua de 25 metros, separada del edificio existente de 1,20 metros y apoyada por 4 pilares pantalla.

La vegetación, el mar , el cielo y la luz son los elementos naturales externos que el proyecto interioriza y retiene en sus espacios.

El Spa botánico, en referencia a la vegetación del jardín mediterráneo, existente en el acceso, envuelve la piscina y la terraza de tumbonas, aisla a los usuarios y los transporta a un entorno vegetal exhuberante de colores, olores, formas y texturas. De manera más controlada, el proyecto también incorpora nueva vegetación mediante un acceso a la recepción del centro por un espacio vegetal de transición. Al mismo tiempo, éste tubo sensorial es separador entre el acceso al complejo y el hotel.

El agua está presente en todo el Spa, aquí en forma de piscina lúdica, en contacto con el jardín en la planta baja y de manera más terapéutica, en la planta inferior.

La cubierta de la piscina superior maximiza su transparencia y enmarca el cielo, elemento siempre presente, pero más relevante cuando la actividad permite relajarse, estirarse y mirar hacia arriba. con éste pretexto se reinventa el hivernáculo-umbráculo, como cierre de piscinas, creado por un sistema repetitivo de póricos de hormigón blanco separados entre sí, a modo de milhojas vertical, que nos otorga una respuesta de fachada y cubierta contínua, logrando así la transparencia, vistas, ventilación y privacidad desde el exterior, aún viéndose el interior. 

La luz, es un o de los elementos definitivos para la formalización del proyecto, introduciéndose como elemento unificador del espacio. Las piscinas por su concreta colocación dentro del conjunto del hotel, busca el máximo aprovechamiento del espacio y por esto se desarrolla a dos niveles, dos planos dispuestos perpendicularmente, articulados por un nuevo pozo de luz, que conceptualiza y une, las aguas de los dos niveles, mediante cascadas que llenan el vacío lumínico y reflejan sinuosamente la luz hacia el interior.