La planta original era una sucesión de espacios que encerraban un patio, únicamente accesible desde la cocina.

El principal objetivo fue conseguir una planta baja abierta, funcional y con todos los usos conectados visualmente. De esta manera, se eliminan los muros y el patio y aparece un gran espacio con dos zonas diferencias: la cocina-comedor y el salón-estudio, únicamente separados por una corredera de vidrio.

Se usan principalmente dos elementos para conseguir la amplitud buscada. Por un lado, la corredera de vidrio. Esta puerta, alineada con la nueva escalera, permite una gran comodidad de cierre de usos cuando es necesario, pero al mismo tiempo permite mantener la amplitud visual de ser un mismo espacio.

La planta superior incluye ahora 3 dormitorios y 2 baños. Dado que este programa obliga a una mayor división del espacio, se opta por retomar el patio preexistente, pero sólo en esta segunda planta, para dar luz a todas las habitaciones. Además este patio se plantea a modo de claraboya para la planta baja. De este modo, este pequeño patio consigue iluminar el dormitorio principal y su baño, uno de los dormitorios secundarios y la zona de cocina/comedor en la planta inferior.

Todos los elementos de esta reforma, desde la organización en planta hasta los propios materiales, trabajan en favor de aumentar la sensación de amplitud y apertura de la vivienda. En planta baja destaca la madera en el techo, algo que unifica la zona de cocina/comedor con la zona de salón/estudio. Además, para evitar que la mesa de escritorio sea un elemento aislado, se diseña como parte integrada de todo el espacio y del propio mueble de televisión. 

La elección de los materiales se ha realizado para conseguir un mayor equilibrio y serenidad en el conjunto del espacio y aumentar la claridad de todas las estancias.