Cronologías (inicial;final): 1954;

El edificio se sitúa en el borde sur del centro histórico de la ciudad de San Fernando, en el Barrio de la Pastora y Castillo de San Romualdo. Se trata de una posición de periferia de la ciudad, en el último ensanche que en los años cincuenta extendió la población hacia el noroeste, en el arranque de la Carretera Nacional 340 y la salida de Sevilla. Se trata de un equipamiento fundamental de la ciudad, concentrando diariamente el movimiento de una considerable cantidad de público.

La planta del edificio se compone a partir de dos ejes principales orientados perpendicularmente entre sí, que dibujan una planta en "L". El brazo mayor de la "L" se orienta en dirección norte-sur, mientras que el brazo menor lo hace en dirección este-oeste. La estrategia de ocupación del solar es netamente moderna a nivel urbano, ya que la disposición de la “L” permite la apertura de un espacio libre que antecede al edificio. De esta manera se rompe con la alineación a vial y con la idea de calle corredor, ofreciendo en este acceso a la ciudad una imagen completamente renovadora.

A través de estos dos ejes principales, el edificio se convierte en una macla de tres cuerpos de dos y tres alturas, que aunque se diferencien en su volumen, son análogos en sus funciones. El lado corto de la "L", que abre su fachada principal al sur, tiene tres alturas, mientras que el lado largo de la "L", que abre su fachada principal hacia el Este, tiene tres alturas en su extremo y dos en el encuentro con el brazo corto.

Es un rasgo reseñable de las dos fachadas principales del edificio su composición. El autor explica en el proyecto que consideraba a este edificio ambientado en la arquitectura del pueblo de San Fernando, por haber utilizado como revestimiento de la planta baja la piedra ostionera de Cádiz de Puerta Tierra, mientras que las plantas superiores se marcan por el color blanco del enfoscado de sus paramentos y el empleo de la cerámica de color.

Con esto, el basamento común de roca ostionera confiere unidad compositiva al edificio, en una clara interpretación de la clásica estructura compositiva de la fachada gaditana múltiples veces repetida en el periodo isabelino, que sobre dicho basamento sitúa dos o tres cuerpos homogéneos y un remate en cubierta. Sin embargo, todos estos elementos fueron interpretados, naturalmente, de forma distinta a como fueron tratados en la mayoría de los edificios del pueblo en la época barroca. De hecho, la estructura del edificio se construyó en hormigón armado y se confió en la capacidad expresiva de los revestimientos para dotarlo de una imagen urbana. Se siguen, aun de forma tímida, las corrientes vanguardistas europeas de inicios de siglo: así, por ejemplo, los medios cilindros en pavés de vidrio que cierran los huecos de escalera rematando los extremos del edificio, recuerdan a los almacenes Schocken (Stuttgart, 1926), obra de Erich Mendelson.

Al sur y al este se abren grandes huecos protegidos con los característicos balcones que, a modo de retícula armónica proyectan hacia el exterior la lógica interior de una rigurosa distribución. En la fachada al sur, esta retícula es de 5 vanos y dos alturas, mientras que en la fachada este, el extremo sur tiene 4 vanos y dos alturas, y la conexión con la "L" tiene cinco vanos, uno de ellos retranqueado, y una altura. Los huecos que se insertan en estos vanos se enmarcan con una franja de pavés, material que se emplea también en el cuerpo de acceso que se proyecta desde el vestíbulo en planta baja hacia el exterior, así como para revestir las cajas de escaleras del edificio.

El proyecto original de Fernando Cavestany atendía al programa funcional de los centros asistenciales incorporando además las oficinas de la Agencia del Instituto Nacional de Previsión (INP). El programa original se distribuyó entre los diferentes cuerpos del edificio: en el ala orientada al Este, se concentraron en planta primera y segunda las consultas de Medicina, tanto general como por especialidades. En la planta baja se situaron las consultas reservadas a enfermos delicados e infecciosos, con el objeto de separarlos del resto de público, así como las destinadas a enfermos de movilidad reducida. En el extremo Sur de este ala, una planta adicional retranqueada albergaba una enfermería de urgencias y los servicios de lavandería.

En el ala orientada al Sur se localizaban las tareas administrativas del programa. En la planta baja se localizaba el acceso al consultorio de Maternología y Sanos, mientras que la Agencia del INP ocupaba las plantas superiores, con la Agencia de Asegurados y las oficinas de Dirección e Inspección médica. La última planta se encuentra ocupada por estancias de descanso del personal de guardia, una pequeña enfermería para casos de urgencia, los servicios de lencería y lavaderos del Ambulatorio y la vivienda del Conserje. El semisótano del edificio, incorporado al espacio de consultas tras la reforma de 2005, se encontraba originalmente destinado a archivo, almacenes e instalaciones.

Dentro del diseño interior, son de destacar las escaleras del edificio, cuya ligereza refuerza la luminosidad de los espacios revestidos de pavés en que se encuentran. Las escaleras se construyen con una sola viga central de hormigón armado para cada tramo, sobre la que se apoyan los peldaños de granito de sección variable desde el apoyo hasta los extremos. Sobre estos peldaños, livianos perfiles de acero sostienen un cuidado pasamanos de caoba.

La utilización de la cerámica creada por el artista valenciano Amadeo Gabino en los antepechos de los balcones aporta por último el punto de color que rompe la rigurosa sobriedad del ambulatorio y enlaza con la tradición decorativa que cualifica la arquitectura moderna. El diseño de los antepechos cerámicos manifiesta claras semejanzas con la obra de Miró, y consiste en tres composiciones diferentes sobre tres colores: verde, blanco y naranja, que se reparten de forma aleatoria por la fachada del edificio.

Obra del mismo autor son los dos grupos escultóricos que se localizan en la fachada del edificio: el que aparece sobre una ménsula en el testero sur del edificio, y la Maternidad, situada en la cubierta del cuerpo bajo de pavés de acceso principal en la fachada sur.

El estado actual de conservación es bueno, aunque el edificio fue sometido a un proceso de profunda renovación entre los años 2005 y 2010. Esta intervención fue destinada a preservar la imagen y la volumetría original del edificio. Para ello, la principal decisión del proyecto de intervención fue la recuperación del sótano del edificio, hasta entonces destinado a almacén y que permanecía inundado, como nuevo espacio de consultas. Esto supuso la excavación de un patio inglés, que supone la principal renovación de la apariencia del edificio hacia el exterior. Esta planta adicional incorporada se reviste con piedra ostionera análoga a la empleada originalmente. Hacia el exterior, no se han realizado más modificaciones sustanciales.

La intervención supuso la demolición de una parte importante de la estructura de hormigón armado, que se encontrada afectada por la corrosión de las armaduras y la degradación del hormigón. Estas demoliciones tuvieron también un sentido funcional, abriéndose una comunicación vertical a doble altura entre la planta baja y la planta sótano en el lado largo de la "L" hacia la medianera. De esta manera se consigue introducir luz hasta las salas de espera de la planta sótano a través de un nuevo lucernario de pavés, en un efecto que se refuerza por el revestimiento del muro con piezas de azulejo vidriado de color amarillo. Una nueva escalera, que replica la composición de las escaleras originales del edificio, pone en relación estos dos niveles.

Los cambios en la organización funcional del edificio han aprovechado la racionalidad de la distribución del proyecto original. En lo relativo a los materiales, son de destacar los cambios de revestimientos interiores y de pavimentación. Las piezas exteriores de cerámica no han podido ser restauradas en esta intervención, por lo que quedan pendientes para una futura restauración.

El edificio se construyó para garantizar la asistencia sanitaria a la localidad de San Fernando, tras el aumento de población que se produjo a lo largo del siglo XX por el aumento de actividad de la Fábrica de San Carlos.

En la mitad del siglo XX se produjo un nuevo impulso a la industrialización de la ciudad por parte del Gobierno Franquista, con el desarrollo de la construcción naval militar a partir de creación de la Empresa Nacional Bazán en 1947. Este hecho provocó una expansión urbana que afectó considerablemente al crecimiento de población, mientras que la superficie de suelo disponible en la ciudad se mantuvo enormemente limitada.

Esta circunstancia doble, de aumento de la población y escasez de suelo, determinó la tipología edificatoria utilizada para construir la ciudad: bloques de viviendas de altura media en torno a las 4 y 5 plantas como son las Barriadas Bazán, sobre el Manchón de las Anclas, y las viviendas del Parque Sacramento.

También son operaciones importantes de esta década, pero de menor entidad, la barriada de Coronación y las viviendas de San José y San Antonio y las de la Huerta de Sacramento. Es en esta década cuando se construye el Ambulatorio Hermanos Laulhé.

El edificio fue sometido a un cuidadoso proceso de renovación entre 2005 y 2010.