Georges Perec escribió en 1978 una de las novelas más hermosas del siglo XX: «La vida instrucciones de uso». En ella supo reflejar el universo a partir de las historias que se entrecruzaban en una comunidad de vecinos. Asesinatos, anécdotas imposibles, listados inacabables, matrimonios y nacimientos… el panorama que Perec dibujó de forma minuciosa era infinito y  extraordinariamente revelador.

¿No cabría entonces el mundo en Madrid? La respuesta es sí. Cabría a través de los lazos y las conexiones que nuestra ciudad establece, de los profesionales que han ido al exterior a trabajar, de aquellos que han puesto a Madrid en el mapa arquitectónico, de los que desde fuera consideran a Madrid un espacio de alto interés y de los que viven y trabajan aquí cada día.Las aspiraciones de globalidad deben canalizarse desde un profundo arraigo local y bajo la premisa de ser representante de un grupo social extraordinariamente diverso y activo, al que se debe dar voz: los arquitectos de Madrid. La revista debe entenderse como un espacio de información y opinión, de aportaciones diversas. Un lugar de encuentro para todos.

En 2008, Arquitectura COAM cumplía 90 años de historia. Era el momento de hacer balance. La revista debía recuperar el papel preponderante que le correspondía y prepararse para el reto del centenario. De la misma manera, también debía expandir sus contenidos hacia las vías fronterizas con las que hoy delimita la arquitectura: la relación con la ciudad, el paisaje y el territorio; la técnica de la que obtiene carta de naturaleza el hecho construido; y su entorno cultural y social. Esta era nuestra propuesta: un lugar donde esperábamos que todos encuentrasen su lugar y, como en el Speaker’s corner del Hyde Park londinense, tuviesen su tribuna de expresión.