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1.10.100_SOL89

¿Por qué Sol89?_

 

…Por la curiosidad que suscita lo distinto.

…Por la calidad de sus ideas construidas.

…Por hacer de lo complejo algo muy sencillo.

…Por demostrarnos que al final …todo tiene que ver con todo.

 

INTRODUCCIÓN_

Objetivos: La mañana despertaba un poco fría pero despejada, y los primeros rayos de sol esperaban tímidos y expectantes para acompañarnos en esta visita. Esta vez la visita se había organizado abarcando tres proyectos en un área cercana -los tres en la ciudad de Sevilla-. Junto con Juanjo y María, los dos arquitectos autores, decidimos visitar primero el Centro de formación del Cabildo por ser el más alejado, dejando en segundo y tercer lugar el Instituto Andaluz de Biotecnología y la Cafetería del Hospital Universitario Macarena. Tres respuestas brillantes en tres entornos completamente distintos.

Punto de encuentro: puerta de la Escuela de Arquitectura, Av. Reina Mercedes. 9:00 h.

CENTRO DE FORMACIÓN DEL CABILDO_Sevilla


¿Por qué este proyecto?_

En las ciudades no siempre nos toca pensar y actuar sobre un entorno planificado y unas condiciones de partida racionales desde el punto de vista urbanístico. El proyecto objeto de la visita está situado en un barrio residencial en la periferia de Sevilla. Pretendíamos conocer en primer lugar el diálogo que se establece entre el proyecto objeto de la visita y su peculiar entorno urbano y en segundo lugar resultado de ese diálogo materializado en un edificio llamativo.

Encarando el exterior_

La primera imagen que tuvimos del edificio desde el coche fue la de una pieza opaca a la que se han tallado algunos huecos. Luego, pudimos ver una segunda fachada donde un volumen cúbico que parecía levitar se adelantaba enmarcando un gran ventanal, seguido de un pequeño 'patio' amarillo que precedía a un último volumen más compacto.

Al volver la esquina pudimos ver la entrada al edificio: un corte en cuña en primera planta como realizada por un formón de carpintero que invita a entrar, y crea una línea de sombra diagonal sobre la puerta de acceso. En la parte superior, un gran ventanal enrasado rompe la opacidad del muro y equilibra compositivamente la fachada.

Adentrándonos en el interior_

Al entrar en el edificio nos sorprendió la riqueza espacial creada en torno a la escalera. El edificio se recorre en espiral, en torno a un muro central revestido de amarillo que sirve de eje vertical a aulas y otras dependencias. Subiendo las escaleras las vistas fugadas y diagonales enriquecen la percepción del edificio que parece cobrar otra escala mayor a medida que subimos. La planta se articula también en torno a un patio de generosas proporciones cubierto con una suerte de pérgola que impide la vista en sesgo pero permite la entrada de luz y de aire. Las aulas en planta baja que daban al patio comunicaban a su vez con el pasillo de entrada.

Había en todo el edificio detalles constructivos que potenciaban considerablemente las ideas originales del proyecto, y los autores no dudaron en explicarnos las dudas y curiosidades que iban surgiendo. No podíamos pedir más en la primera visita, y todavía nos aguardaban otras dos.

INSTITUTO ANDALUZ DE BIOTECNOLOGÍA_Isla de la Cartuja


¿Por qué este proyecto?_

Se trataba de un proyecto más grandilocuente; mayor escala, programa más complejo, parcela mayor… Quizá un proyecto con más libertades, realizado por dos jovencísimos arquitectos que nada más terminar la carrera ganan el primer premio del concurso.

Encarando el exterior_

Situado en la Isla de la Cartuja en una de las parcelas del entramado urbano reticular de la EXPO'92 nos encontramos con un edificio con un gran zócalo en negativo algo retranqueado, sobre el que se eleva un volumen prismático muy definido, cerrado al exterior por sus flancos y abierto al frente con un grandes ventanales, con una envolvente realizada con paneles prefabricados de un hormigón grecado con acabado en tono pastel. El resultado al cambiar la dirección de las grecas de los distintos paneles en perpendicular consigue un alzado vibrante y con tonalidad suave que cambia dependiendo de la luz del día, solamente interrumpido por los vacíos sustraídos al volumen -el zócalo y algunas muecas- y por tres volúmenes prismáticos de vidrio que se adelantan al plano de fachada asomándose a la ciudad.

Adentrándonos en el interior_

El interior es sorprendente. Después de una pequeña subida -tres o cuatro peldaños- nos encontramos en un espacio cubierto desde el que se accede al interior. Una vez dentro la altura se multiplica por dos, y la vista puede buscar el cielo atravesando literalmente el edificio longitudinalmente a través de tres patios concatenados a distintas alturas. El edificio aparentemente masivo y compacto del exterior se convierte en un edificio poroso, casi excavado, con un equilibrio perfecto entre llenos y vacíos y una riqueza espacial digna de elogio. Desde el 'vestíbulo' principal cubierto accedimos por un paso a una escalera que recorría el edificio longitudinalmente pasando por todos los niveles y que impresionaba por su longitud y dramatismo -…alguien mencionó por allí el Jüdisches Museum de Berlín-.

La escalera da acceso a las distintas bandejas a donde se asoman las dependencias medicas, y estas bandejas a su vez se asoman una a la otra, dejando entre ellas el espacio necesario para llevar la luz hasta la planta baja.   

El proyecto desprendía una frescura propia de ser el primero. A todos nos sorprendió la claridad del proyecto, la sencillez aparente de su ejecución y sobre todo que aquel edificio hubiese sido ejecutado por dos arquitectos que acababan de terminar sus estudios. Imaginándonos en esa situación sentimos un vértigo similar al que se siente desde el prisma de vidrio que se asoma a la ciudad, justo en lo más alto de la escalera.

Terminada la visita decidimos dirigirnos a la última parada antes de la comida:

NUEVA ÁREA DE RESTAURACIÓN DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO VIRGEN MACARENA


¿Por qué este proyecto?_

Cuando tenemos que intervenir en un edificio existente que lleva funcionando mucho tiempo las condiciones de partida complejizan las soluciones. Si, como en este caso, el edificio objeto de la intervención es un hospital de la entidad del Macarena, las condiciones previas se multiplican exponencialmente. En esas situaciones, el arquitecto haciendo gala de su oficio debe ser capaz de convertir las limitaciones en oportunidades de proyecto, y eso es precisamente lo que ocurre en este último proyecto a visitar

Encarando el exterior_

Debe ser difícil para el lector -más si es arquitecto- hacerse una idea de lo descrito de un edificio sin tener delante una sección o una planta. Este proyecto resulta especialmente difícil de contar sin verlo dibujado.

Tras la buena sensación causada en el grupo de viajeros por las dos visitas anteriores nos acercamos al sujeto con mucha expectación, abordándolo desde el aparcamiento existente entre el hospital y la facultad de medicina. A lo lejos se apreciaba la vorágine del hospital, mole blanca, y entre el caos llamaba mucho la atención una pieza roja -rojo Ferrari, o rojo Calder- que se asomaba al exterior como para poder respirar. Decidimos rodear el edificio y acceder por la entrada principal al hospital.

Adentrándonos en el interior_

Una vez allí entramos al hall, y pudimos ver casi de frente la entrada al restaurante/cafetería. Los autores nos contaban su decisión de que la cafetería rompiera con lo existente por contraste y fuese una pieza insertada en medio de aquel maremágnum. La pieza se levanta de la cota inferior creando un lugar verde, y se despega o acerca a las fachadas interiores según interesaba para crear “patios” interiores que dignificasen un poco el espacio de cafetería preservando a la vez las vistas de las áreas médicas.

Se trata por tanto de un elemento habitado dentro de otro, patios dentro de patios. El límite construido juega un papel fundamental. El acabado metalizado produce la sensación de estar en un medio de transporte, los reflejos de los materiales expanden de alguna manera los espacios de cafetería creando una vez más el aumento aparente de escala.  A este recital de recursos proyectuales se suman las miradas escogidas al exterior, y las fugas visuales. No pasa desapercibido para los arquitectos visitantes el esfuerzo necesario para que los espacios servidores y servidos funcionen a la perfección, en un edificio para el que la normativa apenas deja márgenes de actuación.

Los detalles constructivos suman meritos en un proyecto donde no hay nada dejado al azar. Los despieces interiores parecen dibujados en vez de construidos, las puertas con un ingenioso sistema de cierre, y así podríamos seguir enumerando un sinfín de soluciones para un proyecto redondo.

Una vez más nos sorprendimos, y con el buen sabor de boca que nos dejaron las visitas nos fuimos a rematar la jornada con un aperitivo.

COMIDA EN EL CONTENEDOR_

Como no podía ser de otro modo reservamos una mesa en un restaurante muy peculiar de Sevilla. La comida fue muy agradable con la conversación de los presentes, y entre risas y bromas conversamos sobre el estado y el futuro de la profesión. Muy recomendable el sitio para comer, con unos platos muy originales y un postre de chocolate exquisito.

ANOTACIONES EN EL CUADERNO 1.10.100_

En el camino de vuelta a casa nos esperaba una última sorpresa: Juanjo y María nos invitaron a ver su casa, aún en construcción, y todos coincidimos en que fue un gran punto y final a un día realmente estupendo. Con una gran sonrisa cómplice que nos delataba, los viajeros nos despedimos hasta la siguiente visita. 

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

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