El diseño topográfico proporciona el ambiente adecuado para proteger a los visitantes del viento, así como, para mantener la carretera alejada de sus sentidos. Así, la topografía esconde parcialmente los coches, potenciando la belleza del entorno natural, remarcando la visual pintoresca de las viñas con Canigou de fondo. La topografía juega un papel clave, llevando a los visitantes a la altura de las viñas, en la zona del patio, donde los muros de contención, a su vez, los llevan a una cota más baja, mostrando la sección del terreno. 

El pabellón se ha diseñado con una estructura radial, basada en el concepto de la viña, compuesta por un sistema de costillas de madera que crecen desde el centro, y se abren en voladizo a lo largo de la superficie cubierta. La parte central, parcialmente recubierta con un techo vegetal, ha sido pensada como una claraboya para llevar la luz natural al interior. Así como, contenedor de los espacios de servicio, y organizador de los espacios servidos. El anillo exterior que vuela por encima del espacio semi-exterior funciona como un filtro de luz y radiación solar, creando un espacio cubierto, para proteger al visitante en la zona de entrada, la terraza y el patio.

La base de los pabellones se ha concebido de vidrio, protegido con la piel-filtro, compuesta por las costillas estructurales que vuelan por delante. Estas, están cubiertas con vegetación –viñas- en las fachadas que dan a los campos de viñas, relacionando la fachada con el lugar natural, mientras que las que dan a la carretera mantienen la madera estructural limpia, como reclamo visual y elemento integrador con la zona natural.