La tesis doctoral Sverre Fehn. Desde el dibujo surgió tras haberse constatado la ausencia de un estudio específico acerca de los dibujos a mano alzada del arquitecto noruego Sverre Fehn (1924-2009), cuya ingente producción gráfica abarcó desde croquis de viaje o de concepción hasta ilustraciones de las ideas que conformaron su pensamiento teórico. El análisis de sus esbozos permitió profundizar en la razón de ser del dibujo en la labor de los arquitectos actuales, tras la reciente irrupción de nuevos medios gráficos. Con el propósito de ofrecer una visión más amplia de la capacidad instrumental del dibujo, la tesis adquirió una estructura de análisis comparado; se amplió así el estudio a cuatro arquitectos vinculados -desde un punto de vista personal e intelectual- a Sverre Fehn: Le Corbusier, Louis I. Kahn, Reima Pietilä y Jørn Utzon.
A nivel metodológico, la investigación exigió como punto de partida un detenido análisis de la bibliografía existente acerca de Sverre Fehn, así como la lectura de numerosos textos acerca del uso que cada uno de los otros arquitectos citados hizo del dibujo. Tras este primer paso, se llevó a cabo una visita al Archivo Sverre Fehn del Nasjonalmuseet de Oslo, lugar en el que permanecen custodiados sus cuadernos. Se procedió entonces fotografiar, datar y clasificar minuciosamente el legado gráfico de Fehn, y se verificó que la inmensa mayoría de sus dibujos permanecen inéditos; este material constituye la columna vertebral de la tesis. La estancia en Oslo permitió asimismo visitar las obras que allí construyó el arquitecto y entrevistar a Eva Madshus, autora de uno de los más detallados estudios sobre la obra y el pensamiento de Sverre Fehn.
Los resultados obtenidos desvelaron una constelación de influencias en la que germinó la arquitectura del noruego.
Así, la primera parte de la tesis muestra la influencia del maestro francés Le Corbusier en las características generales del dibujo de Sverre Fehn (la preeminencia de la línea como vehículo de expresión y el uso libre del color); al mismo tiempo, se profundiza en la deuda del arquitecto noruego con manifestaciones artísticas primitivas (los ancestrales petroglifos conservados en Escandinavia) y con ciertas figuras de las vanguardias artísticas del siglo XX, como Paul Klee o los miembros del grupo COBRA.
La segunda parte de la tesis partió de una clasificación taxonómica de los dibujos de Fehn atendiendo al fin para el que fueron trazados: dibujos de viaje, dibujos de concepción e ilustraciones de ideas teóricas. Los primeros fueron comparados con los dibujos que el arquitecto americano Louis I. Kahn realizó en sus periplos por Europa en las décadas de 1920 y 1950, poniendo de manifiesto el diferente modo en que uno y otro observaron los lugares visitados; si Kahn viajó en ocasiones con los ojos de un pintor, Fehn, por el contrario, miró siempre con ojos de arquitecto. Por su parte, los dibujos de concepción -aquellos que aparecen en la génesis de la forma arquitectónica- evidenciaron el proceso de trabajo de Sverre Fehn; un proceso en el que los bocetos aparecieron una y otra vez, como un mapa del itinerario recorrido por una idea desde su estado embrionario hasta su materialización definitiva. La comparación con los croquis del danés Jørn Utzon reveló convergencias y divergencias en los métodos de ambos arquitectos. Por último, el análisis de las ilustraciones dibujadas como apoyo a los crípticos aforismos que componen el pensamiento de Fehn permitió descubrir una jerarquía en su corpus teórico; existen en él dos ideas principales, el horizonte y la muerte, que remiten a lo expuesto por el filósofo alemán Martin Heiddeger en su texto Construir, habitar, pensar. De esas dos grandes ideas derivan una serie de conceptos secundarios -barcos, árboles, torres, cuevas, esqueletos o ángeles en tránsito entre la tierra y el cielo- que aparecen con menor asiduidad en los bocetos del arquitecto y desvelan un interés por el origen del habitar del hombre en la Tierra. Esta postura teórica representa un estrecho vínculo con el pensamiento del arquitecto finlandés Reima Pietilä.
La tercera y última parte de la tesis acometió el análisis de la figura de Sverre Fehn como docente en la Escuela de Arquitectura de Oslo y en la Cooper Union de Nueva York. El arquitecto, privado durante casi dos décadas de la posibilidad de construir, entendió que la docencia era la manera más efectiva de transmitir sus ideas y el campo de pruebas idóneo para sus arquitecturas. En esta tarea el dibujo fue su principal, y casi única, herramienta pedagógica.
En su conjunto, este estudio de los croquis de Fehn, Le Corbusier, Kahn, Utzon y Pietilä ratificó que el dibujo a mano alzada posee una serie de cualidades inherentes que lo diferencian de cualquier herramienta gráfica de irrupción reciente, tanto en su dimensión monológica (es decir, de comunicación con uno mismo), como dialógica (transmisión e intercambio de ideas).