Se entiende la acción de rehabilitar en su definición más directa. Habilitar de nuevo. En este caso, dotar de un uso nuevo-vivienda a un elemento cuyas características físicas iniciales (reducido tamaño, reducido soleamiento)  cuestionaban esa posibilidad.

El desarrollo expuesto, que incluye el periodo entre la elaboración de la propuesta mediante concurso de ideas (concurso independiente para cada una de las dos viviendas) hasta la construcción de un soporte ocupable y doméstico, explica la capacidad que ofrece la posibilidad de someter a límite una condición física inicial, en este caso de características extremas.

La inserción de un elemento vacío, en forma de patio de luz  sustraído del escasísimo volumen existente, y su confrontación directa  a cada una de las dos estructuras disponibles, de características similares aunque no idénticas, provoca un conflicto muy fructífero,  donde se desarrolla el programa doméstico.

A partir de aquí, la vivienda se entiende, más que como la elaboración de un programa de necesidades adaptado a la estructura disponible, como posibilidad de uso nuevo en lo existente,  el conjunto de actos, múltiples en tiempo y espacio, con capacidad de configurarse en forma de vivienda.