Cronologías (inicial;final): 1912;1914 1912;1914 1987

El presente bien inmueble surge de la agregación de cuatro edificios que conforman una manzana en el centro de Málaga. El inmueble, que actualmente corresponde a una sola parcela catastral, queda delimitado por las calles Sebastián Souvirón, Calle Sagasta, Calle Moreno Carbonero y la Plaza de Félix Sáenz.

Originariamente sin embargo estos cuatro inmuebles se construyeron en tres momentos diferentes y fueron proyectados por tres arquitectos. El arquitecto Guerrero Strachan proyecta en 1911 el edificio con fachada a Sebastián Souvirón esquina Calle Moreno Carbonero, realizando Gerónimo Cuervo a finales del XIX la esquina con Calle Sagasta. La actuación más valorada bibliográficamente por el cambio formal con la que se atreve su autor en pleno centro urbano es la incluye los dos bloques que dan fachada a la Plaza de Félix Sáenz. Se trata del proyecto realizado por el arquitecto Rivera Vera, en la que proyecta estos dos inmuebles como una unidad arquitectónica, desarrollado en cinco plantas y rematado con piezas abuhardilladas en ambos chaflanes a la Plaza.

La planta baja y primera fueron en origen las únicas dedicadas al uso comercial siendo el uso principal, al igual que en los otros dos inmuebles, residencial. No es hasta los años ochenta con la rehabilitación a cargo del Angel Asenjo cuando la manzana completa es rehabilitada como grandes almacenes, produciéndose la agregación de los cuatros inmuebles.

Rivera Vera no sólo innova desde el punto de vista formal sino también desde el cambio tipológico que plantea para marcar el uso comercial no sólo en su planta baja, sino en la planta primera. Para ello, el arquitecto proyecto un basamento que recoge el uso comercial, marcando la separación con las plantas residenciales con diversos elementos volados que en su conjunto producen la separación visual. En los chaflanes unos volúmenes curvos se destacan del plano de fachada, y en la fachada hacia la Plaza de Félix Sáenz un balcón corrido marca esta separación. En las fachadas laterales el carácter macizo de los balcones individuales continúan dibujando el final del basamento comercial.

En la planta cuarta los balcones se individualizan también en la fachada principal hacia la plaza predominando así el plano de fachada que sirve de soporte para toda una serie de elementos modernistas como son los balcones curvos, auténticas piezas de diseño modernista y que reproducen casi fielmente las formas gaudinianas de la casa Batlló. Las carpinterías y cerrajerías son así mismo de inspiración modernista. El remate con los áticos abuhardillados son los elementos que se alejan más de esta cita explícita, trabajando dentro del neobarroco de raíz francesa, que aparece de forma puntual y desapercibida en el resto del conjunto.

Por su parte, los proyectos de Gerónimo Cuervo y Guerrero Strachan ya trabajan con la integración del uso comercial en fachada. Ambas tienen cinco plantas aunque en la propuesta de Gerónimo Cuervo se apunta la unión en un basamento de planta baja y primera, quedando sobre todo acentuado en la solución de chaflán, con una formalización en la línea de los chaflanes del XIX.

Félix Sáenz Calvo obtiene licencia para edificar dos bloques en el solar con fachada a la Plaza de Félix Sáenz, quedando terminada la obra en 1914. Félix Sáenz fue un comerciante adinerado que dedicó parte de su fortuna a mejorar la ciudad de Málaga. De hecho es en 1922, ocho años después de haber terminado la construcción, cuando la antigua Plaza de la Alhóndiga cambia su nombre al de Plaza de Félix Sáenz. La obra viene a completar una manzana en la que se encontraban el bloque de viviendas realizado por Gerónimo Cuervo dando a Calle Sagasta y el realizado por Guerrero Strachan en la Calle Sebastián Souviron.

Los bloques modernistas que componen la fachada de la Plaza Félix Sáenz son, sin duda, la obra más sobresaliente del arquitecto Rivera Vera, en cuanto a una introducción única del modernismo en la ciudad de Málaga y en pleno centro de la ciudad. Rosario Camacho relaciona esta obra de Rivera Vera con otra obra del autor en el número 3 de la Calle Echegaray, obra de 1914 en la que el arquitecto recurre a una formalización modernista a base de antepechos de obra ornamentados con hojarasca y cerrajerías con motivos florales y geométricos pertenecientes al imaginario de este estilo.

El modernismo queda vinculado en Málaga a la promoción privada, que le ofrecen al arquitecto de principios de siglo XX en Málaga la oportunidad de experimentar lejos del rigor academicista imperante en la obra institucional. Rivera Vera será pionero en el uso de las formas modernistas en Málaga. Su primera obra en este estilo sería el proyecto de Villa Suecia en el Limonar, realizado en 1904 y en el que priman las formas geométricas de inspiración en la Secession vienesa, influencia que primaría en sus obras de este época de principios de siglo, como en sus casas de la Carretería 16 y la de Calle Alarcón Luján, 1.

A partir de este momento la burguesía malagueña reclama este estilo para la construcción residencial, tanto para las casas propiedad como en pisos para alquiler e incluso almacenes. En la segunda década del siglo XX, momento en el que se construyen los llamados Almacenes Félix Sáenz, se modifica con respecto a la anterior, tendiendo a una mayor ornamentación en la que ahora priman los motivos florales y animales y por tanto la formas curvas propias del Modernismo Catalán.