En la metrópoli se forja el estilo de vida de millones de personas, conscientes o no de la limitación que a su vez ésta encierra. En el devenir de las horas, los ciclos vitales se alejan de jornadas laborales ordenadas en la cuadrícula del excel, guiadas por la última aplicación del móvil, orientadas al consumo de productos bajo el horario establecido en el centro comencial.

No obstante, el límite natural donde convergen el día y la noche sigue siendo un espacio a explorar bajo el posicionamiento de esta investigación y que a su vez, detecta una oportunidad para generar espacios arquitectónicos que devuelvan la sintonía reinante en el cambio de ciclo diurno-nocturno.

El Espacio Alternativo al Sueño plantea un programa socio-cultural y responde tanto a la demanda de un grupo social que no concilie el sueño o cualquier ciudadano, temporal o permanente, que busque una experiencia diferente durante la noche.

La fortaleza del este nuevo prototipo se enraíza en la adaptabilidad de su esencia hedonística, viajando y adaptándose al lugar. Es la cara superficial de este sistema arquitectónico la que muta, mientras la esencia trasciende las fronteras del potencial emplazamiento.

Se genera así un nuevo prototipo arquitectónico con el deseo de continuar explorando las rarezas y peculiaridades de las ciudades que habitamos y encontrar un espacio dialogante entre los diferentes ritmos urbanos.

De carácter universal, este prototipo ha sido enfocado en primer lugar sobre la ciudad europea de Bruselas como primer ejercicio de aproximación; no obstante, la continuación de la investigación arquitectónica en la ciudad de Nueva York potenciaría la factibilidad de este proyecto en principio teórico para evolucionar en un espacio disfrutable en las grandes ciudades. Por estos núcleos urbanos desfilan ciudadanos que alguna vez, independiente el motivo de su zozobra, no concilian el sueño en el manto ámbar de las calles ausentes de transeúntes.

Con la presente exposición del tema se persigue establecer desde las guías espacio-temporales hasta las materiales y económicas para desarrollar un cuerpo arquitectónico que vincule la entidad humana con su marco medioambiental en el ciclo diurno-nocturno y enriquecer esta experiencia urbanita.