(...) Vivimos en una sociedad materialista, sin conciencia y por qué no decirlo: hipócrita, con tendencia a la depresión, a la soledad, al aislamiento… ¿Tiene algo que ver la arquitectura?

La teoría evolucionista de Darwin indica que el ser humano, como animal que es, tiene tendencia a mejorar y adaptarse al medio que le corresponde.

Aplicando esto a nuestra forma de vivir pregunto: ¿Somos nosotros quienes nos adaptamos a la arquitectura del lugar o es la arquitectura del lugar la que se adapta a nosotros?

Creo que la respuesta es simple, es imposible que la arquitectura, algo ya existente, se adapte a nosotros.

Si es cierto, que, en un principio, se ha hecho, de no haber sido así ésta no existiría. El concepto rascacielos, o incluso el concepto edificio, surge ante la necesaria evolución del ser humano y de su creciente masificación.

Pero ahora… ¿Qué o quién se adapta a qué?

Es manifiesto que algo tan insignificante como una persona, nosotros, el “homo ludens” no puede controlar el poder del espacio o de la arquitectura de un lugar, por lo que la respuesta es obvia y clara por muy objetivos que pretendamos ser o por mucho que no nos gustara que así fuera.

Hemos de ser nosotros los que nos adaptemos a la arquitectura del lugar, tradicional o no tradicional, pero a todo tipo de espacio que nos rodea. Lo convertimos en algo nuestro y de esta forma, lo controlamos; consciente o inconscientemente.

Otro punto clave de mis intenciones, por no decir el principal, de mi tesis será ver cómo todo esto repercute y afecta al ser humano.

Por tanto, y ahora, vuelvo a preguntar: ¿qué estamos haciendo?

¿Concebimos el espacio que nos rodea como algo meramente temporal y no prestamos atención a los detalles y a como esto afecta a nuestra forma de vivir y, por tanto, de sobrevivir al día a día?

¿O nos adaptamos a dichos espacios y formas tradicionales (todos y cada uno de ellos diferentes) de cada lugar, los percibimos, los adaptamos a nosotros y conseguimos romper las barreras que nos dejan traspasar el día a día?

Visto mediante los ojos de Darwin, punto clave de mi tesis doctoral, me pregunto:

Ahora que el animal, primate se ha convertido en el hombre; “homo ludens”, ¿este se adapta a lo que le rodea?

Desde mi punto de vista, existen dos respuestas diversas:

-         Hay quienes están tan acostumbrados a la emigración y al desplazamiento que se olvidan de que la arquitectura y por tanto el espacio que nos rodea está ahí, quienes por desgracia la percibimos (me incluyo, aunque como arquitecto no debería) y percibimos el espacio como algo meramente estético o incluso inexistente.

Es decir, la arquitectura se convierte en algo temporal que no existe y que ahí está, presente en nuestro modo de vida que es el viajar o el emigrar. Estamos tan acostumbrados al desplazamiento, que no nos paramos a analizar el por qué conseguimos adaptarnos a un tipo de vida completamente diferente.

Todas estas preguntas sin resolver, son el motivo de mi tesis doctoral, quiero ir más allá y ser para la arquitectura, lo que Darwin fue para la evolución del ser humano.

-         Por otro lado, y como he dicho al principio, existen otros tipos de personas. Hay quien asocia la arquitectura a algo permanente, son los que no habituados (aunque suene mal) a conocer más allá de la puerta de su casa, se creen que es todo lo que existe en el mundo. Carecen de sentido espacial. Hablamos de espacio, porque, en verdad, es un sexto sentido, ya que siempre está presente en nosotros.

Esto, es un hecho, existen estos dos tipos de personas:

Las predeterminadas al movimiento y las estáticas, lo que no saben, es que en ambas afecta la concepción del espacio, no saben que la arquitectura de un lugar condiciona no sólo su forma de vivir, sino su forma de vivir en sociedad como Darwin mencionó.

Voy a denominar a estas personas de la siguiente manera:

Divergentes (aquellas que no pertenecen a ningún lugar, pero al mismo tiempo pertenecen a todos, ya que son temporales y son las que están incluidas en el punto 1) y las que corresponden al grupo 2 (estáticas y permanentes, que tarde o temprano deberán de evolucionar) y llamadas “Homo Ludens.”

Es decir, y resumiendo: DIVERGENTES vs HOMO LUDENS (...)