Teniendo en cuenta los modelos de desarrollo de espacios públicos en la ciudad de Nueva York, concretamente el High Line, y analizando un momento en el cual se tiende a "compartir" en lugar de "consumir" espacios y a la reutilización-rehabilitación de áreas en la ciudad que se podría considerar residuales o intersticiales proponemos una hibridación de usos vertical, en la cual, mediante mecanismos e intervenciones arquitectónicas precisas, se busquen intervenciones mínimas y resultados máximos, entendiendo las azoteas de los edificios del entorno de la high line como dichos espacios de oportunidad, en los cuales se estudiará la viabilidad y el desarrollo de ciertos usos que se consideren necesarios y que podrían gestionarse temporalmente mediante las redes sociales.