Una intervención en un espacio público para recordar a una figura relevante a nivel político exige desde un primer momento una redefinición de lo que se entiende como monumento en el s.XXI y lo que implica homenajear a una persona en concreto, por ello la propuesta se articula alrededor de 3 puntos:
EL REPLANTEO DEL PEDESTAL
Qué quiere decir concebir un monumento hoy en día?
Mediante un desplazamiento del significado, se ha querido redefinir el concepto de monumento eliminando, precisamente, su parte más monumental, quedándonos solamente con la esencia: el pedestal. Esa base mágica que ensalza a quienquiera que se suba encima se ha querido redefinir y convertir en protagonista, pasando de crear un objeto para ser visto a un espacio desde dónde poder ver, ampliando así sus posibilidades físicas y simbólicas.
INTERVENIR EL PAISAJE
Qué papel adquiere el lugar donde se emplaza un monumento?
Huyendo de la concepción referencial clásica del objeto para ser visto e independiente de su entorno, se ha buscado una intervención multi-escalar, trabajando en complicidad con el territorio. La obra plantea una línea de referencia. Una traza mesurable que puede ser experimentada para acercarnos a aquello inmensurable, en este caso, la ciudad de Barcelona. La línea dibujada deja de ser la protagonista de la obra para dar paso al verdadero protagonista, el entorno. Desde este punto de vista, la intervención funciona como una continuidad de la sección del barrio dónde se emplaza, la prolongación de una calle en pendiente que, sutilmente, se separa para contemplar la ciudad.
LA CUESTIÓN SIMBÓLICA
Un homenaje a quién?
Los hechos del mayo del 68 marcaron la trayectoria política de Salvador Puig Antich, que fue definitivamente truncada cuando lo detuvieron en una esquina de la calle Girona. En este punto, la intervención se desarrolla a modo de collage político-urbano: la calle, espacio público por excelencia y escenario de las revueltas estudiantiles, se superpone a una plaza existente. Los panots de flor, como símbolo de urbanidad de Barcelona acontecen en la obra como material extensivo que conforma la nueva arteria, enlazando la calle Girona con la propuesta conmemorativa. Asimismo, los panots también se utilizan en la primera parte de la intervención, suspendiéndolos en el aire y dejando que se entrevea la montaña de Collserola y parte del barrio. "Sous les pavés, la plage" decía uno de los grafitis más famosos del mayo del 68.